Hay un debate permanente sobre el uso de CGI, o efectos especiales, y su estética final en una película. Por un lado, si el CGI se nota demasiado, le da un toque extraño a la imagen y puede incluso arruinar la experiencia. Por otro, el CGI suele ser necesario y la mayoría de ellas los tienen en mayor o menor grado.
Hay un consenso en torno al tema que dice que lo ideal es usar una mezcla entre elementos reales y efectos aplicados a estos elementos. Por supuesto, cuanto más se pueda hacer sin recurrir a la post-producción, mejor será el resultado.
Un claro ejemplo del uso de extensivo de imágenes reales sobre CGI se puede ver en estos cuatro minutos de metraje, a modo de super-cut de pre-producción, en donde se ven pruebas previas a la grabación de Mad Max: Fury Road.
Las imágenes sin efectos siguen siendo igual de espectaculares que el corte final.
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